Libertad II

Cuando estudiamos Gálatas 5:1 y leemos: "... en la libertad con que Cristo nos hizo libre". Debemos poner atención en el énfasis que el escritor hace al escribir el nombre de quien nos da la libertad, junto con el verbo reafirma cuan completo y pleno es el acto de libertad. Si nos vamos a la referencia mas técnica, el tiempo verbal en el griego denota que es un acto instantáneo e inclusivo, es decir, hecho una vez y para siempre.

Antes de continuar revisaremos rápidamente algunos versículos para definir de qué y como hemos sido libertados, todo esto a la luz de la palabra.

A.- De que somos librados

  1. Del pecado (Romanos 6:7)
  2. Del pecado y la muerte (Romanos 8:2)
  3. Del temor de la muerte (Hebreos 2:15)
  4. Del temor (Romanos 8:15)
  5. De la ley (Romanos 7:6; Gálatas 3:23-25; Santiago 1:25)
  6. De la maldición de la ley (Gálatas 3:13-14)
  7. De la esclavitud de la corrupción (Romanos 8:21)
  8. De la esclavitud bajo los rudimentos del mundo (Gálatas 4:3-4; Colosense 2:20-22)

B.- Como somos librados.

  1. Por oír y creer la verdad (Juan 8:32)
  2. Por participar en la muerte de Cristo (Romanos 6:6-14; Romanos 7:4)
  3. Por el poder del Espíritu Santo (Romanos 7:6; Romanos 8:15)

En los tiempos antiguos a los esclavos, ya sea por sus años de servicio, por cariño, favores prestados, por que le había ido bien con su amo, etc., podían convertirse en liberto (libre de esclavitud). Para los griegos esto se realizaba por medio de una ficción jurídica por la cual el esclavo era puesto en libertad por un dios. Como el esclavo no podía pagar por su libertad, su dueño pagaba en la tesorería del templo en presencia del esclavo. Luego se hacia una escritura publica que contenía las palabras <<para libertad>>. Con esta escritura ya nadie mas podía volver a someterlo a esclavitud, pues era propiedad de dios. Esto se llamaba manumisión de esclavos y es a lo que se refiere el versículo 13 de Gálatas 5.

En la antigüedad el esclavo que era liberado, podía permanecer junto a su amo por decisión propia. Para muestra publica de que esto era así, al esclavo que tomaba esta decisión se le hacía una marca en la oreja que daba testimonio de su situación (Deuteronomio 15:16-17).  Si asociamos este pasaje al ubicado en Juan 6:60-69, donde Jesús trata con duras palabras a sus discípulos tanto así que muchos de ellos se fueron diciendo “dura es esta palabra, ¿Quién la puede oír?”. Podemos ver que Jesús los deja en libertad de acción y no los detiene, pero luego de esto, les pregunta a sus discípulos mas cercanos (porque no sólo eran doce sino muchos más) si también se querían ir, a lo que Pedro le dice: “¿A quién iremos?. Tú tienes palabra de vida eterna, nosotros hemos creído y conocemos que Tú eres el Cristo, el hijo del Dios viviente”. Así que, los que nos hemos quedado junto al Maestro, tenemos como marca de libertad el sello del Espíritu Santo (2 Corintios 1:22; Efesios 1:13; Efesios 4:30). De esta forma nos hemos convertidos en  "esclavos por amor".

Como libres, pero esclavos por amor, nos debemos a nuestro Señor. Su palabra nos enseña esta libertad no puede ser pretexto para dar libertad (libertinaje) a nuestra carne. (1 Pedro 2:16; Gálatas 5:13). Por lo tanto debemos entender que esta libertad tiene algunos limites (OJO: no se refiere esto a que sea una libertad incompleta como veíamos al principio si no que tiene que ver que esta libertad nos conduce a la vida eterna, para lo cual nos debemos preparar). Dicho de otra forma, frente a esta libertad nosotros debemos actuar de una manera adecuada.

  1. Debemos agradecer a Dios (Salmos 116:16-17)
  2. Debemos glorificar a Dios (1 Corintios 10:31)
  3. Debemos andar en libertad (Salmo 119:45)
  4. Debemos servir a los demás (1 Corintios 9:19-23; 1 Corintios 10:32-33; Gálatas 5:13)
  5. No debemos herir a otros cristianos (Romanos 14:13-21; 1 Corintios 8:9-12)
  6. No debemos usar la libertad como excusa para el pecado (Gálatas 5:13; 1 Pedro 2:16; Gálatas 5:1)

Por lo Tanto debemos tener presente que en el caso que nos sometamos a algo para obedecer, nos convertimos en esclavos de lo que obedecemos (Romanos 6:16) ¿a que obedecemos? soberbia, egoísmo, celos, vanagloria o al amor fraternal, humildad, dominio propio, etc.

Como esclavos por amor debemos obedecer a aquel, que en su amor nos libertó y además nos da la vida eterna. Debemos vivir esta libertad como verdaderos hijos de Dios. Cuando se realizaba la manumisión del esclavo no sólo se le daba su libertad permanente, si no que además, tenia la posibilidad de entrar a la sociedad civil de la época, subiendo de rango dentro de esta. ¿Y nosotros no pasamos de ser esclavos, lo mas bajo de la sociedad, a ser hijos de "El Dios viviente", Hermanos del Cristo? ¿Acaso es poca cosa? ¿No debemos entonces vivir esta vida de libertad como corresponde, como Dios se merece que la vivamos? 

En 1° Corintios 7:22, se resume nuestro actual estado. Espiritualmente éramos esclavos del pecado, pero Cristo nos libertó. Socialmente o moralmente éramos libres, pero pasamos a ser esclavos de Cristo. En esta dualidad de una u otra forma somos de Cristo y nos debemos a Él.

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