Mateo 6:12
Siempre hemos escuchados frases como "te perdono, pero no puedo estar cerca tuyo" o "te perdono, pero no será lo mismo de antes". En base a esto haremos algunas preguntas: ¿Qué sucedería si Dios perdonara así como usted lo hace en la actualidad?, ¿Qué pasaría si frente a nuestros pecados, Jesús, nos dijera te perdono pero no puedo estar más cerca de ti?, ¿Dónde quedaría nuestra vida?. Es importante conocer lo que es el perdón, vivirlo profundamente en nuestra vida cristiana y ser tal cual como Jesús a sido con nosotros (Colosenses 3:13).
Los hijos de Dios, tal cual lo habla la parábola de los dos deudores (Mateo 18:23-35), somos deudores ante Dios, pero gracias al amor demostrado por Jesús esa deuda quedo cancelada, por lo que hemos sido grandemente perdonados. Por lógica deberíamos ser los mas capacitados para perdonar a nuestros semejantes, pero muchas veces eso esta lejos de ser la realidad en nuestro diario caminar. A cada momento nos encontramos parados en un perdón que no es ese perdón que bíblicamente se nos enseña a tener.
Como hijos del Dios viviente, no podemos en ningunos de las distintos aspectos de la vida, dejar a Dios de lado. Por su puesto que en el tema del perdón tampoco es la excepción. Como hemos leído en los versículos anteriores el Señor nos dejo una tarea muy compleja, pero para su gloria, él también nos da la gracia y la guía para vivir "su perdón".
Para poder ir un poco mas adelante debemos entender lo que no es el perdón:
- No es un sentimiento: El perdón es un acto de nuestra voluntad, es una o varias decisiones. NO debemos perdonar por que sentí hacerlo, si no que debo en mi voluntad decidir hacerlo.
- No es olvidar: Olvidar es un proceso que no requiere nuestros esfuerzo. Es donde el recuerdo, por el paso del tiempo se desvanece. Perdonar es una acción, es un proceso activo. Como veíamos en el punto anterior es una elección y que tiene un objetivo final. La palabra de Dios nos muestra que Dios, nuestro máximo ejemplo de perdón, no es que no pueda acordarse de nuestros pecados si no, que no se acuerda de ellos (Isaías 43:25).
- No es excusar: No se debe disminuir la mala acción que se haya cometido, se debe reconocer tal cual es y en base a eso accionar para perdonar. Al encararlo como corresponde, el resultado es una libertad mucho mayor a mil escusas.
El perdón
La palabra griega traducida por perdón es afiemi (ἀφίημι). Primariamente, significa enviar afuera, despedir (apo, desde; jiemi, enviar). Además, denota otros dos significados que son remitir o perdonar:
- (a) Deudas (Mat_6:12; Mat_18:27, Mat_18:32), quedando estas totalmente canceladas;
- (b) Pecados (p.ej., Mat_9:2, Mat_9:5-6; Mat_12:31-32; Hch_8:22 : «el pensamiento de tu corazón»; Rom_4:7; Stg_5:15; 1Jn_1:9; 1Jn_2:12).
El perdón es el acto de no retribuir las ofensas con el castigo merecido. Tal cual como Dios nos ha perdonado, nosotros debemos perdonar, siendo bondadosos y compasivos (Efesios 4:32).
Hay que reconocer que para muchos el perdón es un proceso costoso, ya que se debe luchar contra recuerdos dolorosos, la perdida de confianza y soportar quizás hasta consecuencias físicas, por lo que es difícil salir victorioso. Pero por medio de la gracia de Dios, tenemos las fuerzas para derribar todas esas barreras y llenarnos de ese amor y esa paz que solamente el puede dar. Debemos recordar que el amor no guarda rencor (1 Corintios 13:5), y si nosotros hemos conocido a Dios también hemos conocido el amor.
Es nuestro deber como hijos de Dios, vivir el perdón de una manera profunda y verdadera (2 Corintios 2:7), además este debe ser un trabajo continuo (Mateo 18:21-22). Lo que índica la aseveración de Jesús de perdonar "70 veces 7" no significa que cuando lleguemos a 490 no debemos perdonar mas, si no, que es un símbolo de que debemos perdonar ilimitadamente. Antiguamente los fariseos citaban algunos versículos del capítulo 1 de Amós, que trata de cuando Dios perdonó 3 veces a los enemigos de su pueblo. Desde ese relato, ellos extraían que no se debía perdonar mas de 3 veces. Pedro creyó que estaba siendo mas que bondadosos a dar una suma que era mas del doble, pero Jesús le aclaró que no había restricción para el perdón, pues debe ser ilimitado.
También, cabe destacar que Jesús nos enseña que debe existir, en el que pecó contra nosotros, una actitud de arrepentimiento al perdonarle (Lucas 17:3-4) lo que no quiere decir que yo no perdone si esta actitud no existe. Aunque la otra persona no muestre ni el más mínimo signo de arrepentimiento, debemos perdonarlo igual. En la Biblia podemos encontrar dos grandes enseñanzas acerca de esto, una de ellas es cuando Esteban ora antes de morir y perdona a los que estaban apedreándolo (Hechos 7:60) y la enseñanza de Jesús (Lucas 6:28) amonestándonos a orar por quienes nos calumnian. De esta forma estaremos siempre con la disposición de llegar al perdón y así seremos libres de cadenas, raíces de amargura y resentimientos, aunque el arrepentimiento por parte de los demás se tarde o no llegue.
Estas dos etapas fueron demostradas claramente por Jesús. Al estar en la cruz rogaba al padre que los perdonase por no saber lo que hacían (Lucas 22:34), pero luego en pentecostés, cuando por la predicación de Pedro se dieron cuenta de a quien habían crucificado, ellos se arrepintieron de su pecado completándose el perdón y siendo reconciliados completamente con Dios (Hechos 2:36-41).
Como conclusión, este es el patrón de perdón que debemos vivir a Diario:
“perdonándose mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo” (Efesios 4:32).
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